La Terapia del último año
|
Un ex psicoanalista, discípulo de Osho, trajo de los Estados Unidos una terapia que propone vivir un año como si fuera el último.
|
En su último año de vida, Eugenia Lavallén, una psicóloga de San Isidro de 39 años, revisó su historia, tomó conciencia del valor de los vínculos, cicatrizó viejos rencores y descubrió qué aspectos no la conformaban en el plano personal y profesional. Cuando una de sus dos hijas cumplió tres años, le escribió una carta para contarle cuánto la quería y qué importante había sido ella en su vida. Otra noche, miró su ropero y decidió regalar la mitad de la ropa que tenía colgada. “Ya no la voy a necesitar”, pensó. Y la noche anterior a su muerte, llamó a una amiga íntima para despedirse y confiarle todo aquello que siempre había dado por sentado, pero nunca había dicho. Lloraron emocionadas.
“Fue una experiencia muy intensa”, dice hoy Lavallén, quien, en realidad, “jugó” a que se moría: decidió participar de una terapia grupal que se expande en los Estados Unidos y propone vivir un año como si fuera el último. ¿El requisito obligado?: tomarse la consigna en serio, como si fuera la “última” oportunidad de crecer y desarrollarse en plenitud.
“Conectarse con la muerte es conectarse con la vida”, sintetiza Lavallén, quien antes había probado otras terapias sin tanto éxito. “Despierta la conciencia de que vivir es como estar en una fiesta, que se sabe que en algún momento se acaba. Por eso hay que aprovechar al máximo cada instante.”
Fuente: 