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Terapia Adolescentes

Articulos:

 

1. ¿Que es la adolescencia?

La adolescencia es un momento evolutivo tanto corporal como psicológico que se caracteriza por la profundidad de los cambios: cambios fisiológicos en relación al despertar sexual, el desarrollo de recursos internos que abren a la posibilidad de estar y permanecer en pareja,  búsqueda y descubrimiento de la propia identidad, salida laboral, vocación. La adolescencia es un momento de transición entre la infancia y la adultez: es un momento de mutación, cambio y por lo mismo, de extrema sensibilidad y vulnerabilidad. La adolescencia es un fenómeno biológico, cultural y social. En muchas culturas, el pasaje de la adolescencia a la adultez va unido a ceremonias o ritos de iniciación.  En nuestra cultura, se puede ubicar como una de estas ceremonias a la fiesta de quince; en los hombre, el servicio militar cumplía una función de “iniciación” es este pasaje.

 

2. ¿Cuales son los procesos que vive un adolescente?

La adolescencia es un periodo de crisis…crisis como momento de crecimiento. La adolescencia se divide en tres etapas:

1) fase de los cambios fisiológicos (10 a 13 años): los cambios corporales se producen y el niño-adolescente se encuentra desorientado ante estos hechos.

2) fase de asimilación de los cambios corporales (de 13 a 18 años): en esta etapa el adolescente desarrolla espacios propios, nuevos tipos de lazos sociales, amistades y se inicia en las experiencias de acercamientos sexuales.

3) fase de socializaciones nuevas, fase de consolidación de los cambios realizados (de 18 a 28 años): momentos de decisiones vocacionales, de salidas laborales y del desarrollo de la capacidad para sostener relaciones estables.

El fin de la adolescencia es muy difícil de determinar, sobre todo porque cada cultural lo determinará de maneras distintas. Sin embargo, como una aproximación de respuesta, se puede afirmar que: La capacidad de desarrollar un espacio propio (personal y social), de afrontar la sexualidad estando en relación y asumir la responsabilidad de autoabastecerse  económicamente suelen señalar la salida de la adolescencia. Otra manera de expresarlo: cuando las opiniones, juicios de valor o deseos de los demás (sobre todo los padres), no producen una inhibición en la vida de la persona.
Los procesos internos fundamentales que el adolescente necesita realizar son:

  • Elaborar los cambios corporales, en una nueva identidad personal
  • Desarrollar su identidad propia (incluyendo su sexualidad), a través de la interiorización de los recursos brindados por los padres y de los recursos brindados por su amistades y nuevas referencias o “guiadores” en su vida.
  • Desarrollo de la capacidad de sostener relaciones estables
  • Perdida del tipo de vínculo que se tenía en la niñez  con los padres: La autoridad de los padres, sus deseos, pierdan vigencia y relevancia, para que la tomen sus necesidades, deseos o gustos.  Para esto es necesario el desarrollo del pensamiento propio y formal.

La adolescencia es como vivir un proceso de duelo: duelo de la niñez, del cuerpo de la niñez, de los padres de la infancia, de las normas y valores establecidos por los demás. Como en todo proceso de duelo, este tiene tres etapas:

  • Se niegan, se desmienten los cambios realizados
  • Se vive una profunda nostalgia y tristeza
  • Se produce una “despedida de lo que fue la infancia” recuerdo por recuerdo, emoción por emoción.
Los riesgos se pueden producir en que el adolescente quede “varado”, “demorado” en alguno de los tres momentos.

 

3. Agresividad y Crecimiento

La agresividad es la fuerza, el impulso que nos pone en movimiento para dar respuestas adecuadas a nuestras necesidades y deseos vitales. Cuando esta fuerza no sale, no se expresa, no se esta respondiendo  a la necesidad y entonces aparece la frustración, ira y la violencia explicita. Que se entienda, la agresividad no es lo mismo que violencia: una cosa aplicar agresividad para cortar un cuerpo en una operación quirúrgica, otra pegar un golpe.

El adolescente que no se relaciona con el mundo circundante  tiene pocas posibilidades de satisfacer sus necesidades ya que es a través de los vínculos y el contacto que estos nos permiten realizar, que satisfacemos a nuestras necesidades, deseos o gustos.

El crecimiento es un acto agresivo, en el niño esta vinculada a una fantasía de muerte, mientras que en el adolescente tiene que ver con una fantasía de asesinato. Es decir: En la rivalidad por el padre de sexo opuesto, el niño (o niña) fantasea la muerte de su padre (o madre). Si fantasea esta muerte es porque entiende que el deber ser como el padre (o la madre) para tener su objeto de amor (la madre o el padre según el sexo del niño), pero para poder concretar estar con su progenitor, el padre (o madre) debería desaparecer, sucumbir. Mientras que en la adolescencia la fantasía esta vinculada a un asesinato: el adolescente entiende que debe autonomizarse de la autoridad de los padres, es decir, “asesinarlos en su interior, en su mundo interno” para poder ocupar él (o ella) mismo, el lugar del padre (o la madre si se trata de una mujer). Ocupar el lugar de los padres para poder ejercer la sexualidad y paternidad  plenamente.

Las frustraciones emocionales suelen expresarse en cinco patrones de conducta:

  • Conducta agresiva y hostil
  • Comportamiento regresivo (comportarse como nos comportábamos cuando éramos más chicos) Ej.: chuparse el dedo.
  • Aislamiento y preferencia de estar a solas.
  • Sumisión-timidez.
  • Enfermedades psicosomáticas como asma, gastritis, etc.

 

 

4. Los Riesgos en la Adolescencia.

Algunos de los factores de prevención y protección para el adolescente, sin mencionar las necesidades de un adolescente en relación a sus padres (tema abordado en el artículo posterior), son: la educación, una buena nutrición, inmunización, ejercicio físico, tiempo libre, actividades familiares, oportunidades laborales. Es recomendable prestar especial atención en temas como embarazo precoz, accidentes, enfermedades de transmisión sexual y evaluaciones en relación a patrones de crecimientos “estándar”.

Los accidentes suelen provocar un “antes y un después”, producto de la falta de reconocimiento “del antes y después” surgidos de los cambios que surgieron en la adolescencia.

Algunos de los factores de riesgo en la adolescencia:

  • Desatención y problemas en la relación familiar: fugas, deserción escolar, desempleo en integrantes de la familia, escenas de violencia, etc.
  • Trastornos de la conducta alimentaria: bulimia, anorexia, malnutrición, etc.
  • Abuso en el consumo de sustancias: ante la falta de estabilización de las identificaciones, las sustancias suelen generar estos cambios, gracias a los cuales el adolescente “se anima” a, por ejemplo, “encarar una mujer”
  • Aislamiento, depresión, conductas delictivas: el aislamiento y la depresión suelen estar manifestando una resistencia al cambio, negándose las nuevas necesidades surgidas.
  • Uso de distintos recurso para evitar el contacto con la realidad: religiones o pseudoactitudes religiosas, negación de los cambios y el paso del tiempo, etc.
  • Problemas escolares: los adolescentes que suelen rechazar ir al colegio, habitualmente tienen dificultades en separarse de los padres o pueden estar viviendo situaciones de acoso en el colegio mismo.
  • Cambios bruscos en le comportamiento que se vuelve aislado, “extraño”, sin sentido. En estos casos es recomendable realizar una consulta con un profesional.

 

5. ¿Qué necesita un adolescente de sus padres?

Un adolescente necesita de sus padres ser escuchado, respetado en lo que le sucede, que sus actitudes se vuelvan activas (es decir, que se concreten en actos), pero al mismo tiempo confrontado. ¿Qué quiere decir esto? Significa que el padre no funcione como un par, sino como una referencia, quien en último término tiene la última palabra.

La continuidad de estos cuidados, sobre todo en este momento de crisis/mutación es muy importante, es decir, “no abandonarlos”.

El adolescente vive un proceso de intensos cambios: se trata de la muerte de su niñez. En este proceso, pondrá a prueba todos los limites, desafiará, incluso faltará el respeto. Se trata de comprender que no es algo personal que el adolescente realice, sino pasos necesarios de su crecimiento. La función del padre es ser abucheado y persistir.

Un adolescente, necesita vincularse con sus pares, tener espacios para esto. En este punto se producen dos procesos simultáneamente: el crecimiento de los niños hace que se generen vacios en la relación de pareja que el niño ocupaba; y por otro lado, el  crecimiento del adolescente necesita generar vacios, “estar en la suya”, para poder afirmar su identidad y su desarrollo.

Dos grandes tareas internas que el adolescente necesita llevar a cabo son: asumir la sexualidad e iniciarse laboralmente. Para ambas tareas, es necesario que el adolescente se vincule con “iniciadores”, es decir, personas con mayor experiencia que le facilite la realización de dichas tareas. Esta función de iniciación es mejor que no sean realizadas por los padres, sino que estos faciliten estos vínculos.

Es recomendable que un padre no olvide que el crecimiento del adolescente se produce siendo este “infiel” a los padres. Esta “infidelidad” en verdad, es una profunda “fidelidad”: un niño se vuelve adulto “ocupando el lugar del padre”, es decir, aprendiendo a ser y confrontar su realidad así como lo hizo su padre. Para que eso ocurra, el lugar de padre necesita ser “desbancado”, “desalojado”, “vaciado” para que pueda ser ocupado por el adolescente.

Una situación muy perjudicial para el adolescente es cuando uno de los padres se alía con su hijo contra el otro padre.

Las reglas establecidas es necesario que estén establecidas con anterioridad y sean razonables o menos restrictivas según el crecimiento del adolescente y el gradual aumento de su responsabilidad. Mientras que algunas cuestiones no serán negociables, es importante que exista un margen de debate en otras.

Habitualmente un padre recibe un agradecimiento pleno de lo realizado con un hijo, cuando este es adulto o padre…

 

6. Tratamientos, ayuda y orientacion.

La adolescencia, suele ser un momento clave para realizar una  consulta con un profesional. Como toda situación de crisis (y más en esta, en donde se definen muchas cuestiones en relación al “ser” de la persona), esta suele requerir asistencia para evitar que esta situación quede “irresuelta”.

En los artículos de mayor interés Cuando pedir ayuda, Como escoger un terapeuta y Para que hacer terapia, encontrara un par de referencias y respuestas a sus dudas.

Como momento de cambios físicos, ante la menor duda, es recomendable consultar con el medico. 

Si los problemas son escolares, es útil hablar con los docentes o directivos y hacer uso de los distintos profesionales o instituciones para resolver estos inconvenientes.

Es importante que el espacio de la terapia del adolescente sea “su espacio”. Para que esto sea así, es recomendable (y solo en la medida de las posibilidades) que el proceso terapéutico sea solventado económicamente por el adolescente.


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